Seguro ya has escuchado que la piel es el órgano más grande del cuerpo y que al estar expuesta a agentes que otras partes de nosotras no, es más vulnerable y merecedora de atención. Nuestra genética nos otorga diferentes tipos de cutis por lo que tener claro cuál es el nuestro, el porqué cuidarlo y cuáles son los productos idóneos para él, hará la diferencia al escoger en ese mar de ofertas de cuidado facial que es cada vez más grande.
La mayoría de los productos y tratamientos de belleza tienen como componente principal un grupo de ácidos y poder distinguirlos hará la diferencia a la hora de escoger, pues lo harás de acuerdo a tus necesidades y así podrás tener el cutis de porcelana con el que todas soñamos. Además, una mala elección podría provocar resultados inesperados como resequedad o mayor producción de grasa. Hoy te hablaremos de 10 ácidos buenos que no puedes perder de vista:
1. Ácido Hialurónico: será tu aliado perfecto si buscas refrescar tu rostro. Este componente actúa como una pequeña esponja que almacena hasta 1000 veces su tamaño y no solo eso, también puede entrar a las capas más profundas de la piel para beneficiarla. Este milagroso ácido no solo es el rey del antiaging también hidrata y es perfecto para las pieles secas y aunque nuestro cuerpo ya lo produce naturalmente desde los 40 años la fabricación va a pique, cuando llegan las primeras arrugas. Ten presente que hay dos tipos reticulado o no reticulado: el primero rellena arrugas, el segundo capta y mantiene el agua en la piel.
2. Ácido Salicílico: ¿sientes que estás en una peli de terror cuando el acné se empieza a hacer de las suyas con tu cara, buscas desesperada y nada funciona? Tranquila, este ácido hará la diferencia. Es perfecto para eliminar granos, espinillas e impurezas, pues disminuye las bacterias de tu cutis, además hará match si tu piel es grasosa porque además de limpiar los poros, seca el exceso de grasa. ¿Perfecto, cierto? Eso sí, ten presente que debido a su potencia no es recomendable para pieles sensibles o secas y no se recomienda su uso prolongado.
3. Ácido Láctico: ¿Has escuchado que Cleopatra se bañaba con leche para mantener su belleza? Quizás sea cierto y te explicamos porqué: los lácteos tienen presente el ácido láctico, el cual alimenta tu dermis, mejora la producción de colágeno y elastina, mejora el tono de tu piel y es perfecto para las pieles secas. Así que si quieres lucir una piel rejuvenecida, brillante y sana los productos con este componente son perfectos para ti.
4. Ácido Linoleico: Eres de las que piensa que la hidratación no es para las pieles grasas: pues esto es un gran mito. Se ha comprobado que las tendencias hacia el acné y olesiodad facial se deben a la baja presencia del ácido linoléico en la piel lo que genera que otros aceites del cuerpo aumenten y se vuelvan espesos lo que traduce en poros obstruidos y mayor producción de sebo. Este ácido graso disminuye esa sensación, además de las arrugas y líneas de expresión.
5. Ácido Glicólico: Si de limpiezas profundas se trata este tipo de componente es pequeño pero efectivo, exfolia a fondo las capas más profundas de la piel, además es maravilloso para reducir las manchas, le da a los rostros una luminosidad envidiable para tener el anhelado efecto glow. Aunque es recomendable para todo tipo de piel debes probarlo poco a poco para ver cómo reaccionas a sus efectos, aquí menos es más. Tampoco olvides que este poderoso ácido dejará tu piel más sensible al sol por lo que protegerte de los rayos uv es primordial, de hecho siempre debes protegerte del astro rey. 😉
6. Ácido Ferúlico: Si hay un verdadero héroe en la lucha contra el envejecimiento es este ácido, actúa como un fuerte antioxidante que además previene daños futuros en nuestra piel y no solo eso, también nos protege de los rayos UV y de la famosa luz azul de las pantallas tecnológicas y por si fuera poco incrementa el colágeno y la elastina. Es por todo esto que se ha vuelto el favorito de todas y la tendencia en productos y tratamientos de belleza.
7. Ácido Azelaico: Este componente es perfecto para combatir el acné en cualquier tipo de piel pues a pesar de ser muy potente tiene un efecto desinflamatorio perfecto para las rosáceas. Además es un estupendo desinfectante que reduce la proliferación de bacterias, previniendo inflamaciones y futuras infecciones. Pero no es todo, es uno de los pocos ácidos que puedes utilizar si estás en la dulce espera o si estás lactando pues la piel solo absorbe el 3.6% de él.
8. Ácido Málico: Si los días de sol llegaron pero luego de las vacaciones tu piel está cansada o si los parciales de la universidad no te han dejado dormir, este ácido será tu BFF no solo te dará suavidad y luminosidad a tu rostro también ayudará a desobstruir los poros de tu piel lo que la hará lucir fresca. Además es perfecta para las pieles más sensibles así que no dejes de probarlo.